ENCUENTROS
Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico
ISSN: 2343-6131 / ISSN-e: 2610-8046
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
Maracaibo, Venezuela
Dossier
N° 12 Julio-Diciembre 2020
pp. 55-74
La construcción de ciudadanía en mujeres indígenas migrantes de las zonas metropolitanas de Monterrey y Guadalajara. ¿Continuidad
o reconfiguración sociopolítica?
The construction of citizenship inindigeneous migrant women from the metro-
politan areas of
Monterrey and Guadalajara. ¿Continuity
or sociopolitical
recon- figuration?.
José Fredman Mendoza
Ibarra Universidad de Monterrey http://orcid.org/0000-0001-7071-604
Zaida Carolina
Martínez
Arreola
Universidad de Monterrey
Kate del Rosario
Rodríguez
Alejandro
Universidad Autónoma de Nuevo León
Monterrey, México
Este trabajo está
depositado en Zenodo:
DOI:
http://doi.org/10.5281/zenodo.3693031
Resumen
Los procesos migratorios de personas indígenas
a zonas urbanas significaron dificultades, principalmente, para las mujeres
indígenas debido a una red de estructuras entrelazadas como el patriarcado
y el colonialismo que devienen en discriminación, racismo, exclusión
y rechazo debido a factores
como el género, la etnicidad y la clase socioeconómica. El reconocimiento de derechos
como principio básico para el ejercicio de ciudadanía repre- senta una lucha constante
para las mujeres
indígenas en zonas urbanas. Por ello, resulta imprescindible conocer de qué manera se ejerce la
ciudadanía de las mujeres
indígenas en contextos migratorios en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) y la Zona Metropo- litana de Guadalajara (ZMG). A través de herramientas de investigación cualitativa, como los son las entrevistas semiestandarizadas a mujeres indígenas
presidentas y/o participan- tes de Organizaciones Civiles de la ZMM y ZMG, se pudo reconocer
que a pesar de las reconfiguraciones sociopolíticas que provocan cambios en el papel que tienen las mujeres
indígenas en la ciudad mediante
el acceso al sistema educativo
o la apropiación de espacios públicos que dignifican el trabajo y la cultura
indígena, la discriminación y el machismo siguen obstaculizando el reconocimiento de la mujer a
decidir sobre su vida en general.
Palabras clave: Mujeres indígenas
urbanas, Ciudadanía, Zona Metropolitana de
Monterrey (ZMM), Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG)
Recibido:27/03/2020 Aceptado: 26/06/2020
Abstract
The migratory
processes of indigenous people to urban areas are translated
into difficulties, mainly, for indigenous
women due to a network
of interlocking structures such as patriar-
chy and colonialism that result
in discrimination, racism,
exclusion and rejection due to factors such as gender, ethnicity
and the socioeconomic class. The recognition of rights as a basic principle for the exercise
of citizenship becomes
a constant struggle
for indigenous women in urban areas.
Therefore, it is essential to know how the citizenship of indigenous women is exercised in migratory contexts in the Monterrey
Metropolitan Zone (ZMM) and the Guadalajara Metropolitan Zone (ZMG). Through
qualitative research tools, such
as semi-standardized interviews with indigenous women presidents and / or participants of Civil
Organizations of the ZMM and ZMG, it was recognized that despite the socio-politi-
cal reconfigurations that cause changes
in the role of Indigenous women in the city through access to the educational system or the appropriation of public spaces that dignify work
and indigenous culture, discrimination and “machismo” continue
to hinder the recognition
of women in deciding about their life in general.
Key words: Urban indigenous women, Citizenship, Monterrey Metropolitan Area (ZMM), Guadalajara Metropolitan Area (ZMG)
Introducción
La implantación de nuevos modelos
económicos, las reformas
políticas que sustentaron la transición hacia la democracia y la aparición
de nuevas demandas político-sociales de carácter indígena
en México, fueron fenómenos que estuvie- ron a la par del aumento considerable de la migración de personas indígenas
des- de sus comunidades a las principales zonas urbanas en el país. En consecuencia, los cambios de paradigma político y social,
así como las reconfiguraciones en la
concepción y en el ejercicio
de ciudadanía indígena
tuvieron un reto mayor para las
mujeres indígenas (Rovira,
2012), pues hacia el interior
de sus comunidades la violación de sus derechos por ser mujer se conjuga
con la exclusión, rechazo,
racismo, discriminación en las zonas urbanas debido a que mantienen el carácter
de ser mujer, además ser mujer indígena
y pertenecer a un estrato
socioeconómico bajo, pues la marginación
y la pobreza en México
está estancada en las personas pertenecientes a los pueblos indígenas
y se acentúa debido al estereotipo que se
tiene de lo indígena en las zonas urbanas (Hale, 2004; González,
2013; Mendoza,
2019; Oechmichen,
2001; Herrera, 2018; Sieder, 2017).
En ese sentido,
el artículo tiene como finalidad conocer ¿cómo se ejerce la ciudadanía de las mujeres
indígenas en contextos
migratorios en la ZMM y la
ZMG? Para hacerlo, se analizan
las reconfiguraciones de ciudadanía indígena en
México, luego se realiza una aproximación desde la interseccionalidad en torno
a la construcción de ciudadanía en contextos urbanos,
para pasar a los aspectos concretos sobre la construcción de ciudadanía de mujeres indígenas
y se finaliza con el análisis
cualitativo de entrevistas semiestandarizadas y una reflexión final.
¿Somos ciudadanas? Nuevas reconfiguraciones de ciudadanía indí-
gena
en México
La reivindicación de las identidades indígenas en la contemporanei-
dad
El uso de conceptos antropológicos hace referencia a la evolución política de los pueblos indígenas, construyendo una gramática multicultural que describe la relación
de los pueblos indígenas con los múltiples contextos en donde
se encuentran inmersos. De esta manera, el reconocimiento de los pueblos
indígenas ha desencadenado dico- tomías que se ponen
a relieve en los debates
académicos, antropológicos y estatistas.
Desde una perspectiva indígena, la identidad
tiene un papel importante dentro y
fuera de la comunidad, pues se ve ensalzada por la relación
entre lo objetivo
y lo subjetivo. Dentro de la identidad objetiva se encuentran
atributos como la lengua,
la ropa, los caracteres físicos; sin embargo, cuando estos o algunos
atributos ya no figuran en los miembros de la comunidad y aún así se siguen
autodefiniendo una pertenencia al grupo, nos encontramos con una identidad
subjetiva que radica en
la búsqueda de otros factores
(Bello, 2004).
Esta identidad subjetiva
se ve desarrollada en los contextos migratorios de per- sonas
indígenas, pues se construyen nuevas
identidades que van más allá de un cri- terio
lingüístico o algún otro componente
de identidad objetiva,
dando lugar a un
auto reconocimiento de identidad que reivindica la etnicidad. Esta nueva forma de
identidad se relaciona más bien a un pasado común, la costumbre, la pertenencia a una comunidad de origen y/o el parentesco (Ávila y Jáuregui, 2019).
1.2 La dicotomía
indigenismo-indianismo de cara a las demandas de mujeres indígenas
En América Latina,
la diacronía de las demandas
de los movimientos indígenas co-
mienza desde la década de los 70’s, dado que el tema fue introducido a la agenda inter- nacional por distintas
organizaciones que conformaban una masa crítica a los marcos
jurídicos que desprotegían a las
comunidades indígenas (Martínez Espinoza, 2015).
Por lo tanto, el indigenismo se ha definido
como una política
de Estado presenta-
da por los gobiernos que tienen como principal objetivo integrar a las comunidades indígenas al Estado-nación, esto con el fin de llevar a cabo
la homogeneidad y unidad nacional. Mientras que el indianismo se define como todo movimiento político-ideo- lógico que proclama principalmente la liberación del indio,
no de manera individual, sino como miembro
de la comunidad indígena, es decir, desde
una memoria colectiva (Leyva, 2005).
No obstante, es en el indianismo donde
recae el esencialismo indígena, pues la vida comunitaria en los pueblos
indígenas asume gran importancia
y los mecanismos empleados en organizaciones y comunidades se ven exal-
tados por el sexismo, obteniendo una cultura que resulta opresiva
para las mujeres de la comunidad. Por consiguiente, la bifurcación de los derechos colectivos frente a los derechos individuales construye la paradoja
protagoni- zada por la mujer indígena, pues la violencia
de género sufrida
en las comu- nidades nos obliga a replantear la importancia de los derechos
individuales (Aparicio, 2019).
Hernández (2001) comenta
que la participación política de las mujeres indígenas ha recaído en una doble militancia, donde luchan por demandas específicas de género, así como por la autonomía
de sus pueblos, enfrentando
de igual manera las resistencias de los movimientos feministas hegemónicos
urbanos y el movimiento esencialista indígena. Es por esto
que las mujeres indígenas componen un elemento clave que conforma
una parte esencial
de las democracias
contemporáneas de América Latina
(Pérez, 2018).
Sin embargo, no se puede negar que las mujeres indígenas
han encontra- do espacios y foros de reflexión
a partir del indianismo ejemplificado con el movimiento del EZLN, pues a partir
de ello se documentó la Ley Revolucio-
naría de Mujeres zapatistas en donde exponían
sus demandas de género, así como
la ocupación de puestos importantes en el movimiento. De este modo, la
comandanta Esther figuró
como una de las protagonistas en un evento que
marcaría en la historia legislativa de México, pues el 28 de marzo de 2001, defendió frente al Congreso de
la Unión la iniciativa de Ley Cocopa, mani-
festándose a través de un discurso en donde demandaba que se le reconociera
como mujer y como indígena
(Hernández, 2001).
1.3 Mujeres y ciudadanía
étnica
El movimiento indígena engloba desde los movimientos sociales,
los procesos de democratización, hasta las luchas
por el reconocimiento de sus derechos fren-
te al Estado, sin embargo, estos
han sido presentados constantemente por voces masculinas, aún y cuando las mujeres
se han visto involucradas históricamente. Empero, en la actualidad las mujeres indígenas
desafían estos movimientos, su- peditándolos al ejercicio de una ciudadanía
plena a través de mecanismos de de- mocratización de los espacios
políticos. Por lo tanto, son las mujeres
indígenas quienes ponen a relieve los debates dicotómicos sobre la naturaleza de la tradición y los sistemas normativos indígenas (Altamirano, 2004).
Las mujeres indígenas
como sujetos políticos
conciben la construcción de una ciudadanía étnica democrática, traducida
en una identidad de naturaleza política que elige la movilización reflexionada y utiliza estratégicamente su identidad. Con base
en lo anterior, los procesos organizativos y el liderazgo de las mujeres
indíge- nas han transformado los fines de su movilización, puesto que han pasado de exi- gencias concretas y generales (satisfactores económicos, servicios
de salud, etc.), a
la inserción de las mujeres
en el espacio público para llevar a cabo la toma de decisiones, la vinculación con un movimiento indígena más amplio,
y la exigencia de posicionarlas como agentes políticos (Martínez
Cruz, 2016).
II. Construcción de ciudadanía en contextos urbanos: una mirada des-
de la interseccionalidad
Al problematizar sobre la construcción de ciudadanía de mujeres indígenas, es fundamental indagar particularmente en las interrelaciones e intersecciones
entre el género, la etnicidad y la clase social, tomando
en cuenta el factor migra-
torio y las estructuras de opresión para conocer acerca de procesos
de participa- ción
y construcción de ciudadanía de mujeres indígenas
migrantes hacia zonas urbanas, como lo son la ciudad de Guadalajara y Monterrey.
Cabe
destacar que la utilización de la figura
de la mujer como símbolo,
repro-
ducción y continuidad de la nación1 tiene repercusiones graves
en la actualidad
1 Según acuerdan Nira-Yuval Davis y Floya Anthias (1989:7),
las relaciones ubi- cadas entre mujer y nacionalismo son
las siguientes: reproductoras de los miem- bros de las colectividades
nacionales (papel reproductivo), reproductoras de los límites de grupos nacionales (a través de las restricciones de relaciones sexuales y maritales), transmisoras
activas de la cultura nacional y productoras, símbolos significantes de diferencias nacionales
y participantes activas en luchas naciona-
les.
(Anthias y Yuval-Davis, 1989; Yuval-Davis, 1996). En el contexto mexicano, un ejemplo concreto de la mujer como símbolo de continuidad nacional, es La Malinche. Natividad Gutiérrez Chong (2019) establece
que el origen étnico re-
sultó capital para otorgarle legitimidad a una nación,
así como para forjar su integración. Figura que se vincula con el mito del mestizaje (Aguilar Gil, 2018; Gutiérrez Chong, 2012), por el cual se entiende
la homogeneización de la cultura e identidad “mexicana”, proceso
en el cual personas y poblaciones indígenas fueron relegadas, asimiladas o exterminadas de su conformación.
En el trinomio
de género, nación y etnicidad, se ha encubierto a las mujeres indígenas en una suerte
de esencialismos estratégicos (Citro y Torres Agüero,
2015:119), cubriendo un pasado
de discriminación sistemática y violencia(s),
sustituido por tradiciones culinarias, dancísticas y artesanales con fines de feti- chismo
y mercantilización, esto operable bajo la lógica capitalista de consumo,
que desprovee a la “categoría indígena” de su connotación política
otorgándole una de carácter cultural
y despolitizada (García
Canclini, 2004; Romero,
2016; Xinico Batz, 2017; Aguilar
Gil, 2020).
Sin embargo, y a pesar de la existencia de marcos jurídicos para personas indígenas en las entidades, la construcción de ciudadanía
se entiende a través de la obtención
de derechos, ellos dictados en documentos normativos
que no llegan a traspasar los elementos materiales de la realidad
social (Ramírez, 2007;
Rodrí- guez, 2019). Inclusive pareciese
ser que la ciudadanía es un elemento
condicio- nante para acceder a ser miembro
de la metrópoli, con lineamientos que fueron gestados “desde arriba” (Leal, 2006:15) “integrando” a las personas
indígenas bajo prácticas occidentales.
Es entonces una suerte de lucha(s) constante
por acceder y obtener derechos ya plasmados en los lineamientos de los estados
receptores. Las vivencias y violencia(s) enfrentadas en el espacio urbano son constantes, arrastrando una herencia colonial (González Casanova,
2006) a partir de la discriminación siste- mática
y las agresiones físicas, sexuales
o lingüísticas (Aguilar
Gil, 2020) que se
interponen en la inserción para participar en la lógica urbana. Por ello, se torna
pertinente hablar sobre
ciudadanía(s) diferenciadas, (Ramírez, 2007; Rodríguez,
2019), caracterizadas por tener un acceso desigual
al poder y a bienes
y/o recur-
sos básicos.
En este sentido,
pensar en mecanismos de participación política
o construc- ción de ciudadanía, pasa a un plano menor, viéndose
limitada o bloqueada
(Ro- dríguez, 2019). Por tanto, es que se puede comenzar a problematizar sobre “La”
construcción de ciudadanía de mujeres indígenas migrantes. Retomando el punto
inicial sobre la relegación de la mujer en asuntos
públicos, la disputa
por adquirir una membresía
para garantizar una suerte de permanencia en un espacio
urbano (Rosaldo, 2007, citado
en: García Tello, 2013:87), se lee a través de las vivencias en las cuales influyen múltiples
opresiones: por la pertenencia étnica,
la clase socioeconómica y el género
(Espinosa, 2013).
Es necesario partir de la interrelación de las estructuras de opresión como la
patriarcal y/o colonial, para entender la serie de experiencias y vivencias que las
mujeres indígenas migrantes
enfrentan en contextos urbanos como personas históricamente racializadas (Cumes, 2012; Burgaleta, 2015). Es por ello que la
existencia previa de organizaciones o colectivos creados
por mujeres indígenas fungen como redes de apoyo gestados
desde –abajo- (Leal, 2006) en zonas ur-
banas que promueven los derechos
de las mujeres indígenas y la participación política. Espacios
en donde las “intersecciones” son vivencias individuales ex- plicadas a través de
estructuras de opresión.
Es entonces cuando “el subalterno” comienza por incrustarse en formas de asociacionismo con esquemas operativos
particulares y liderazgos nuevos (Ro- dríguez, 2019) en su reivindicación como sujetos políticos,
enfrentándose a la disputa
por cooptar espacios de enunciación. Las redes de apoyo para la cons-
trucción de ciudadanía fungen como instrumento y medio para la participación social, siendo una “fuente
de acción política”
(Pascual Ortiz, 2014) desde –aba-
jo-, resignificando las conceptualizaciones con las cuales
las mujeres indígenas han sido leídas: desde el esencialismo cultural de “lo indígena” y no desde la
reivindicación de la –categoría- y como sujetos
políticos (Cumes, 2019; Aguilar
Gil, 2020).
III. Ciudadanía de mujeres indígenas urbanas.
Una aproximación ana-
lítica
Los obstáculos estructurales y socioculturales para el ejercicio
de ciudadanía, entendiendo a ésta como la membresía activa y pasiva
de los individuos a un Esta- do-nación con derechos y obligaciones en igualdad de condiciones no siempre son claros cuando de pueblos
y personas indígenas se trata; pues este sector
ha sufrido
una marginación histórica
que envuelve múltiples
violaciones a los derechos po-
líticos, y al final de cuenta de ejercicio de ciudadanía, al no reconocer
siempre los derechos individuales y colectivos de las personas
indígenas o al dar cuenta
que en realidad la igualdad política está supeditada
primero a la igualdad económica, como lo establecía Robert
Dahl (1996) al relacionar que “muchos recursos
que emanan directa o indirectamente de la posición
de uno en el orden económico pueden convertirse en recursos
políticos” (p. 645).
Debido a tales procesos, los desafíos de participación y representación política son amplios y complejos. De acuerdo con Sarah Cerna
(2018), “las mujeres
indíge- nas encuentran
mayores obstáculos para el ejercicio de sus derechos políticos que los
hombres indígenas y que las mujeres no indígenas” (2018: 196) por diversos
factores que le influyen como lo es 1) menor nivel de estudios, un 2) menor capital
político en su relación con las instituciones políticas formales como los son los
partidos políticos, 3) el legado
familiar, 4) menos capital económico en relación
con la clase social, y/o 5) las limitaciones socioculturales que padecen las mujeres
indígenas dentro de los usos y costumbres
de su comunidad.
Las
mujeres indígenas urbanas
por un lado padecen lo que se le ha denomina-
do la “triple opresión”
debido a ser mujeres, ser indígenas y ser pobres (Aparicio,
2019); mientras
que, por otro lado, también se ha reconocido que la migración ur- bana de mujeres indígenas ofrece mayor libertad
individual al no estar supeditadas económicamente a sus parejas
o al control familiar y comunitario (Ávila y Jáure-
gui, 2019; Romer, 2003; Szasz, 1994). De tal manera que se puede entrever
que la migración per se permite recodificar los elementos
para entender la ciudadanía
de mujeres indígenas en cuanto a su estatus
(cúmulo de derechos
y obligaciones) y en
tanto su práctica (capacidad que tienen las mujeres para decidir sobre sí mismas y de participar en las decisiones públicas
que le conciernen) tomando en cuenta las particularidades culturales. En suma,
entender a la ciudadanía indígena a partir
de tres ámbitos: derechos, prácticas
e identidad (Martínez, 2012) permite conocer
las aspiraciones de redefinen
la relación que se tiene
ellas mismas como individuos y comunidad con el poder político (Ochman, 2006).
Tales redefiniciones de la ciudadanía, o más aún: del ejercicio de ciudadanía, permiten reconocer
que no solamente es el Estado el que históricamente ha soca- vado
derechos de las personas y pueblos indígenas, sino también diversos
actores sociales han establecido relaciones de poder
desiguales y verticales que signifi- caron
opresión, marginación
y, en consecuencia, invisibilización de las personas
indígenas (Ramírez,
2007). Ante ello, la construcción de ciudadanía de mujeres
indígenas estará supeditada al ejercicio de derechos, a la participación y al recono-
cimiento, respeto y promoción de la identidad
que permita revertir
lo que autores han llamado “indigenización de la marginación” que provoca la renuncia de la
identidad cultural o étnica debido a que la ciudadanía en situación de migración
es sinónimo de aculturación o de homogeneidad cultural (Hall y Patrinos, 2005; Florescano, 2001).
Es preciso señalar
que la migración de personas
indígenas hacia las zonas urba-
nas en México han propiciado la creación de nuevas realidades, apropiación de es-
pacios públicos y, en gran
medida, la formación de redes de apoyo que permiten
la participación y el contacto con el Estado a partir
del conocimiento de sus derechos y en función de las diferencias culturales cambiando la dinámica socio-cultural de las urbes apelando a procesos
multi e interculturales (Bello, 2004; Mendoza,
2019; Wright y Aguirre, 2018). Por lo tanto, se podrá establecer que el ejercicio de ciudadanía de mujeres
indígenas permite la profundización de la democracia en la medida en que reconoce las diferencias dentro de cada comunidad política y
enlaza y compatibiliza las demandas de todas las culturas en beneficio de todos y todas (Bello, 2004).
En suma, el ejercicio de ciudadanía de las mujeres
indígenas en contextos
mi- gratorios es de gran importancia e interés debido a que 1) nos permiten reconocer cómo es que ellas enarbolan demandas,
además de 2) interpretar y reflexionar en torno
a cuáles respuestas obtienen de las entidades gubernamentales y sociales de destino, y 3) dar cuenta si las instituciones del Estado y las costumbres de las comunidades discriminan a las mujeres
indígenas aún en un contexto
migratorio (Sieder, 2018). Los grandes
obstáculos a derribar
en materia de ciudadanía de mu- jeres
indígenas están construidos con base en el racismo,
la discriminación y la
exclusión que cercenan los derechos,
sus prácticas y su particularidad cultural de las
mujeres indígenas migrantes.
IV. Método ¿Cómo abordar la pregunta de investigación?
El presente artículo
tiene como pregunta
rectora el conocer
¿cómo se ejerce la
ciudadanía de las mujeres indígenas
en contextos migratorios en la ZMM y la ZMG? En ese sentido, se utilizan datos del trabajo de campo en el marco del Pro- yecto
PN 2017/6948 del Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología (CONACYT): “Construcción de ciudadanía entre mujeres indígenas
migrantes. Experiencias de
la
Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”.
Mediante el enfoque
cualitativo de investigación y la aplicación del método de entrevistas semiestandarizadas a 6 mujeres indígenas
miembros y/o líderes
de Organizaciones de la Sociedad Civil en la Ciudad de México,
Guadalajara y Mon-
terrey (ver Tabla 2), se pudo reconstruir la teoría subjetiva
de las entrevistada a partir de 1) preguntas
abiertas, 2) preguntas
basadas en la teoría y 3) preguntas
de confrontación, que permitieron conocer la realidad
subjetiva, social y política de las mujeres indígenas
para una mejor comprensión del fenómeno y la posibilidad de esbozar un mundo
susceptible a reformularse (Flick,
2007; Goodman, 1990).
Debido a que la investigación parte de un modelo interpretativo, es preciso señalar las
categorías que guían el análisis:
Tabla1.
Descripción de categorías
Categoría
Dependiente |
Descripción |
Ejercicio de
ciudadanía |
Disfrute de derechos
políticos y civiles (participación, representación, trabajo digno,
acceso a la educación,
a la salud) |
Categorías
Independientes |
Descripción |
Factores
políticos |
Impacto de la interacción de agen- tes y procesos políticos de Institucio- nes del
Estado y OSC
en el disfrute de derechos políticos y civiles |
Factores
socioeconómicos |
Impacto del disfrute de derechos sociales y económicos en el disfrute de derechos políticos y civiles |
Factores
culturales |
Impacto de cambios y
continuida- des culturales en lugar de migración
y de origen en el disfrute de derechos políticos y civiles |
Fuente. Elaboración
propia.
Tabla 2. Perfiles de mujeres informantes clave
Mujeres informantes clave |
Ciudad |
Informante 1 Proyecto
Xipaki Informante 2 REDMIN |
Monterrey |
Informante 3 (JIU) Informante 4 (JIU) Informante 5 (Sueño de Mujeres Mix- tecas) |
Guadalajara |
Fuente. Elaboración
propia.
Por último, el análisis de las entrevistas se realizó con el Software
NVivo12 que permite trabajar desde la inducción y facilita el proceso de análisis de la in-
formación en función de la exploración e interpretación de los datos (Wright
y Hinojosa, 2014). Además,
a partir del interaccionismo simbólico y el estructuralis- mo se identifican preocupaciones isomórficas entre dos culturas que posibilita
la creación, interpretación y reflexión de la realidad
subjetiva y social
(Flick, 2007; Santos, 2010).
V. Análisis. No podemos hablar de inclusión cuando no hay reconoci-
miento. Análisis
de los factores políticos
en el ejercicio de ciudadanía
Si en algo coinciden las informantes clave del trabajo
de campo fue que nor-
malmente se enfatiza en los elementos de inclusión de las mujeres
indígenas mi- grantes en la ZMM y ZMG cuando la problemática aun radica en la falta de re-
conocimiento de las mujeres indígenas
como eso: como mujeres, como indígenas
y con las particularidades identitarias y culturales que esto conlleva.
Además, se pudo reconocer
lo que se puede establecer
como “violencia estructural” por parte de las instituciones gubernamentales, OSC, Universidades y población en general.
“Porque no hay un reconocimiento como tal, todos los días se lucha por los dere-
chos de las mujeres…si no hay un reconocimiento pues se invalidan como todos los
derechos” (Entrevista a informante clave)
El ejercicio de ciudadanía de las mujeres
indígenas migrantes depende,
en gran medida, de la manera en cómo los factores
políticos, entendidos como la influen-
cia que tienen las Instituciones del Estado, las OSC y las Universidades, influyen en el reconocimiento y ejercicio de derechos ciudadanos. En ese sentido, la conexión que hay entre el derecho de participación
y representación política en la ZMM y
ZMG está relacionado con el reconocimiento de las diferencias culturales por
parte de las autoridades del Estado en función del derecho a un trabajo digno y tiene impacto, como se verá más adelante, en los derechos de expresar la cultura indígena en un contexto migratorio:
“nosotros también estamos reconociendo que no es malo ser indígenas, que tenemos el derecho
que todos los demás y tenemos el derecho de trabajar…mostrarle a la gente co- munidades indígenas y sus culturas tienen sus nombres,
otomíes, purépechas, mixteco, y no todos son “marías” o “indios” eso es lo que queremos
también como mostrarle
a la gente, que puedan distinguir
ese tipo de cosa que somos mexicanos
y que vivimos en el mismo
país” (Entrevista. Informante clave)
Sin embargo, el reconocimiento por parte de las autoridades estata- les, OSC y universidades tiene sus problemas en cuanto a
discriminación, como se puede ver a continuación:
“Hay una fuerte resistencia de reconocer y de responsabilizarse
con respecto al tema… aplicamos un cuestionario previo de conocimiento respecto
a la ley de derechos indígenas y conocimiento general de cultura de diversidad
y de más y dejaban en blanco, y eran servidores o funcionarios… Incluso también
de áreas de impartición de la justicia como COPAVIDE que llevan más de 20 años en el cargo y no tienen conocimiento del tema de
indígenas” (Entrevista a informante clave, ZMM)
“Para tener una vida
mejor falta la educación en las escuelas… porque a lo me- jor cuando te ven a la primera, vistes
diferente o hablas diferente y ya te hacen menos, y desde ahí empieza la discriminación… yo siento que sí saber más sobre las culturas, sobre las cultras
indígenas en la escuela y en la familia” (Entrevista a informante clave, ZMG)
“a veces no me dejaban
entrar a la universidad porque
a veces me daba flojera
no me arreglaba y a veces eh, pues que ¿a dónde va, ¿por qué entró?, este... ¿usted qué hace aquí?, no me dejaban pasar, pues aquí estudio ¿no?, más también por el, este la
universidad en la que yo iba, pues era universidad privada también, pues en una
zona de socioeconómica media alta, pues también era como me ven ahí morenita, chaparrita, gordita y es como que ¿a dónde vas?” (Entrevista a informante clave, ZMM)
Si a
esto se le suma que la invisibilización política es fruto de la invi-
sibilización económica, ¿cómo es que se ejerce a
un trabajo digno y a la
mejora de la situación económica de las mujeres indígenas en un contex-
to migratorio? Es conveniente destacar que el aspecto económico es uno de los
principales motivos por los que la población indígena migra hacia centros urbanos. A continuación, se verá cómo influye el trabajo con la
construcción de ciudadanía.
5.1 El trabajo como instrumento de emancipación. Mujeres indígenas,
el sostén de la Familia
Se pudo reconocer
que para las mujeres indígenas
migrantes el hecho de tra-
bajar en la ciudad puede ser sinónimo
de empoderamiento, pues permite la cons- trucción de redes de apoyo entre ellas para diversos fines como lo son: la indepen- dencia
económica, gestión de espacios con las autoridades gubernamentales y la promoción de su cultura:
“Las mujeres normalmente somos las que organizamos, hacemos las cosas, los eventos, vamos y solicitamos y cosas así, entonces, se volvió como un conjunto
de familia…no- sotros
como mujeres que somos, este...que somos, de alguna forma el sostén de la...de
la familia... porque los hombres...o los maridos ayudan ¿no? pero digamos que tampoco
ellos tienen un trabajo fijo en esa parte, entonces principalmente lo que ocupamos
son espacios, espacio de venta para mostrar nuestras artesanías, nuestra
cultura” (Entrevista a informante clave, ZMG)
Sin embargo, las mujeres
indígenas encuentran resistencias como el poco en- tendimiento por parte de las autoridades para diferenciar entre una artesana
y una comerciante:
“se nos ha complicado mucho porque no se nos da espacio
para poder exponer las ar-
tesanías como debe de ser, nos confunden o nos dicen que somos comerciantes igual que
todos, entonces por eso no se nos da el espacio, lo que ellos no distinguen es que comerciante pueden ser rico porque, compran, vienen, comen y venden ¿no? y nosotros
no, nosotros tenemos que trabajarlo a mano, tejerlo
a mano, lleva tiempo” (Entrevista a informante clave, ZMG)
“tengo derecho como mujer, como...indígena, que tengo que tener un espacio para poder
mostrar mi cultura y este...y
mis artesanías, y esta pos no se me da de todos modos (En-
trevista a informante clave, ZMG)
Como se puede observar, existe la problemática por parte de las autoridades gubernamentales de comprender la gran diferencia que existe entre una
artesana y una comerciante, pues no reconocen
que la artesanía es una forma de expresión y reproducción de la cultura.
Además de tener un valor económico y laboral.
Mientras que, por otro lado, en el tema del trabajo
como factor socio económi- co que influye en el ejercicio de ciudadanía, se puede reconocer
que los estereoti- pos hacia
las mujeres indígenas están marcados en demasía:
“Con respecto al tema de trabajo: tienen
derecho a trabajar, pero no tienen las condicio-
nes, se liga a las mujeres indígenas con el tema de empleo
doméstico o trabajadoras del hogar… ¿Por qué ese sector? también ahí nos habla de una desigualdad social
bastante marcada, ¿por qué tienen que ser las mujeres indígenas las que limpian?
Porque no tienen estudios,
porque no les dan oportunidad” (Entrevista a informante clave,
ZMM)
Es decir, además
de la falta de sensibilización en la comprensión de la diferencia entre artesana y comerciante, también existe un marcado estereotipo en torno lo indígena.
Situación que obstaculiza el ejercicio
de derechos y,
en consecuencia, de ciudadanía de las mujeres indígenas en la ZMM y la
ZMG.
5.2
Ejercicio de ciudadanía por medio de expresiones culturales y acce-
so a la educación
Las mujeres indígenas en la ZMM y la ZMG consideran que la
artesanía, como una expresión de la cultura, es un medio
para disminuir la discriminación, así como la oportu- nidad de obtener participación y
reconocimiento dentro de los espacios públicos para su venta. Sin embargo, esto no siempre se cumple:
“lo que queremos
también mostrar es que cada cultura tiene
su propia lengua,
su propia vestimenta, y aparte todavía su cultura…tengo el derecho de
tener preci- samente un espacio
para poder vender…como mujer, como...indígena, que tengo que tener un
espacio para poder mostrar mi cultura y este...y mis artesanías, y esta pos no
se me da de todos modos” (Entrevista a informante clave, ZMG)
Además, culturalmente esa expresión de ejercicio derechos mediante la venta de artesanías, por ejemplo, representa la oportunidad de desprenderse de las prácticas machistas de la comunidad:
“En la comunidad es a lo mejor todavía un poquito más cerrado en
esa parte porque no nos dejan todavía ser como, como libres ¿no? ahí siguen
dominando los hombres, todos los puesto que lleva la
agencia municipal siguen siendo los hombres...” (Entrevista a informante
clave, ZMG)
Uno de los principales motivos que incentivan
a la población indígena a mi- grar, además
del aspecto económico, es lo relacionado con el acceso a la edu- cación. Y ese sentido,
el acceso a las instituciones de educación en un contexto migratorio permite la emancipación de las mujeres
indígenas y el conocimiento
de sus derechos:
“después de estudiar,
pues fui conociendo más este tipo de… adquiriendo expe- riencias más que nada,
experiencias y conocimientos, que me fue dando este, este
giro, en cuanto a conocimiento en cuanto a derechos” (Entrevista a informante
clave, ZMG)
“cuando vienes a la ciudad
y ves a la mujer
trabajando en una empresa, la pareja
en casa o al revés, o a la mujer activa tomando
decisiones, es cuando empiezas
a ver esa diferencia, la mujer puede trabajar,
la mujer puede mandar, la mujer
puede tomar decisiones y en cuanto a discriminación, realmente en comunidad no hay una distinción porque todos son iguales, todos son
Tenek por ejemplo”
(Entrevista a informante clave, ZMM)
Sin embargo, es conveniente señalar que las oportunidades de estudio, en oca-
siones, depende más de qué generación de migrantes eres, pues todo dependerá de
qué tan arraigado
tenga la mujer indígena las
costumbres que reproducen visiones y formas
de vida machistas y patriarcales:
“Cuando migran como a muy temprana edad, como siendo niños y migran para acá, es muy
poco probable que se repliquen los usos y costumbres que llegan a violentar como los
derechos tanto de niños como de mujeres
y así. Pero si migran ya más adultos, los usos y costumbres están tan introyectados que llegan aquí y pueden estar visualizando practicar esos usos y costumbres ¿sí? y solamente
están buscando como las condiciones para poder llevarlo a cabo” (Entrevista a informante clave, ZMM)
Y más, aunque se tenga estudios, las oportunidades laborales, por mo-
tivos de
discriminación siguen latentes:
“Aunque tuvieran estudios,
la única oportunidad que les abren es el tema domés- tico…Solamente 2 de 100 entran a nivel superior, 2 personas de 100” (Entrevista a informante clave, ZMM)
VI. A manera de reflexión
final. Mujeres indígenas urbanas
¿Continui-
dad
o reconfiguración sociopolítica?
La migración de las mujeres
indígenas, ya sea de primera,
segunda, tercera o hasta cuarta generación en las zonas metropolitanas de México como lo son las
de Monterrey y Guadalajara, representan el acicate para modificar y replantear el papel de las mujeres indígenas.
A pesar de que ser mujer indígena en un contexto
urbano es todo un reto debido a las
brechas salariales entre hombres y mujeres
in- dígenas y los grandes índices de discriminación y violencia estructural, existe una surte de factor esperanza que
se pudo reconocer en el presente artículo.
Tal factor esperanza
está encaminado a la manera en cómo las mujeres indí-
genas en un contexto urbano
reconfiguran su propio papel ante la sociedad
y la comunidad de origen, pues los cambios
se ven reflejados en tres aspectos, princi-
palmente:
1.
El rol de la mujer en dimensiones tanto internas como externas2;
2.
El acceso a sistemas de educación superior
y media superior
que les per-
mite conocer sus
derechos y saber que otro mundo es
posible; y
3. La posibilidad de combatir la discriminación mediante
la apropiación de espacios públicos que les permitan, en algunos casos, dignificar el trabajo
y la cultura indígena a partir
de la artesanía
2La dimensión interna es lo relacionado con los usos y costumbres
de la comunidad, mientras que la dimensión externa está encaminado a la comprensión de las prácticas políticas, sociales, culturales y/o económicas con el resto de la sociedad “no-indígena”.
En síntesis, los retos para las mujeres
indígenas son muchos,
pues la discrimi- nación en las zonas urbanas y el machismo
predominante en las comunidades de origen
obstaculiza el reconocimiento de los derechos
de la mujer a decidir
sobre su vida en general y la doble pertenencia a la que
algunas de ellas están expuestas agudiza más la problemática. No obstante, la resistencia cada vez mayor de las mujeres mediante la organización ya sea en colectivos, asociaciones civiles y/o desde las voces dentro de las Universidades permiten mayor visibilización de sus problemáticas y, en consecuencia, mayores
oportunidades de reconfigurar política, social, económica y
culturalmente su papel dentro de las Zonas Metropolitanas de Monterrey y Guadalajara.
REFERENCIAS bibliográficas
AGUILAR GIL, Yásnaya (2020). Un Nosotrxs sin Estado
+ una nota sobre colo- nialismo y lectura. Chiapas. Ediciones OnA.
ANTHIAS, Floya y YUVAL-DAVIS, Nira (1989). Woman-Nation-State. Bas-
ingstoke. Macmillan.
ARIZPE, Lourdes.
(1978). Migración, etnicismo y cambio
económico (un estudio sobre migrantes
campesinos a la ciudad de México). México: El
Colegio de México
BELLO, Alvaro. (2004). Conceptos y Acercamientos
teóricos. en BELLO, Alva- ro
(Ed.). Etnicidad y ciudadanía en América Latina. (pp. 29-46). Santiago
de Chile: Naciones Unidas.
CERNA, Sarah. (2018).
Desafíos de la participación y representación política de las mujeres indígenas en México. En Wright, Claire (coord.) Participa- ción política indígena en México. Experiencias de gestión
comunitaria, participación institucional y consulta previa (pp. 195-215) Monterrey: Ítaca-UDEM
ESPINOSA, Gisela (2013). Mujeres indígenas, contra la triple opresión. México.
Debate.
FLICK, Uwe. (2007). Introducción
a la Investigación
Cualitativa. Madrid: Mo-
rata.
FLORESCANO, Enrique. (2001). Memoria
Mexicana. México: Taurus GOODMAN, Nelson. (1990). Maneras de
hacer mundos. Madrid: Visor.
GUTIÉRREZ CHONG, Natividad (2012). Mitos nacionalistas e identidades
étnicas: los intelectuales indígenas y el Estado
mexicano. México: Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de México.
HALE, Charles. (2004). Rethinking Indigenous
Politics in the Era of the “Indio
Permitido”. Report On Race Part 1. (pp. 16-21).
HALL, Gillette y PATRINOS,
Anthony. (2005). Indigenous Peoples,
Poverty and
Human Development in Latin America. Reino Unido: Palgrave Macmillan
MENDOZA, Fredman.
(2019). Participación político-electoral de personas indígenas en ciudades industriales. Análisis de Monterrey y su Área Metropo- litana
[Tesis Doctoral]. Universidad Autónoma de Nuevo León.
OCHMAN, Marta. (2006). La reconfiguración
de la
ciudadanía. Los retos del
globalismo y
de a posmodernidad. México: Porrúa-ITES.
PASCUAL ORTIZ, Itziar (2014). La Amaem Marías Guerreras. Asociacionismo de
mujeres y acción cultural.
España. Universitat Jaume.
ROVIRA, Guiomar. (2012). Mujeres de Maíz. México:
Era.
SANTOS, Boaventura. (2010). Refundación del Estado en América Latina: pes-
pectivas desde una epistemología del Sur. México: Editorial Siglo XXI, Siglo
del Hombre Editores, Universidad de los Andes.
SIEDER, Rachel. (2017). Introducción. Mujeres indígenas
y pluralidades legales en América
Latina: repensando la justicia
y la seguridad. En SIEDER,
Rachel (coord.), Exigiendo
justicia y seguridad : Mujeres indígenas
y plu-
ralidades legales en América Latina. (pp. 13-40).
México: CIESAS.
SIEDER. Rachel
(2018). Pluralismo jurídico y los derechos de las mujeres
indígenas en México: las ambigüedades de su reconocimiento.
En MERINO, Roger y VALENCIA, Areli (coords.) Descolonizar el Derecho. Pueblos
indígenas, derechos humanos y Estado
plurinacional (pp. 339-371). Lima: Palestra.
WRIGHT, Claire y HINOJOSA, Alejandro
(2014). NVivo.
En SÁENZ, Karla y
TAMÉZ, Gerardo, Métodos y técnicas
cualitativas y cuantitativas aplica- bles
a la investigación en ciencias
sociales (pp. 459-477).
Valencia: Tirant lo Blanch
Referencias hemerográficas
AGUILAR GIL, Yásnaya Elena. (2018). El estado
mexicano como apropiador cultural. Revista
de la Universidad de México. Cultura UNAM., pp. 130-
133.
ALTAMIRANO, Isabel. (2004). Ciudadanía y mujeres indígenas en Oaxaca: las paradojas de la tradición. Göteborg: Red Haina: Instituto
Iberoamericano, Universidad de Gotemburgo.
APARICIO,
Rosario. (2019). Factores asociados
a la violencia de género contra mujeres indígenas en México: un análisis desde el enfoque interseccional. Sociedades
y Desigualdades. Vol.1 N˚8, pp. 76-91.
ÁVILA, María de
Jesús y JÁUREGUI, José Alfredo. (2019). La desigualdad de género en el trabajo en mujeres indígenas en Nuevo Léon, México. Revista Latino Americana de Geografia
e Gênero, Vol.10 N˚1, pp. 43-65.
CITRO, Silvia y TORRES AGUERO, Soledad. (2015). Multiculturalidad e imaginarios identitarios en la música y la danza. Revista Alteridades., Vol.
25 N˚ 50, pp. 117-128.
CUMES, Aura. (2012). Mujeres indígenas,
patriarcado y colonialismo:
una de- safía a la segregación comprensiva de las formas de dominio. Revista hojas de Warmi., N˚ 17, pp. 1-16.
DAHL, Robert. (1996). Equality versus
Inequality, PS Political Science and
Politics, 29, 4, pp. 639-648.
GARCÍA CANCLINI,
Néstor. (2004). ¿De qué estamos hablando
cuando hablamos de lo popular? Culturales Populares e Indígenas.
Diálogos en la Acción. Primera Etapa., pp.153-165.
GARCÍA TELLO, Diana
Patricia. (2013). La espacialidad de los indígenas en el área metropolitana
de Monterrey. Revista
Relaciones. Estudios de historia y sociedad., Vol. 34 N˚ 134, pp. 57-92.
GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo. (2006). El colonialismo interno. Red de Bi-
bliotecas Virtuales
de CLACSO., pp.185-205.
GUTIÉRREZ CHONG, Natividad. (2019). Mujeres y el origen
común de la nación en México. Revista Cultura y Representaciones Sociales., Vol. 13
N˚ 26, pp. 40-61.
HERRERA, Amaya. (2018). Comunidades indígenas
urbanas: disputas y nego- ciación
por el reconocimiento. Andamios, vol. 15, no. 36, pp. 113-134.
HERNÁNDEZ, Aída. (2001). Entre el etnocentrismo
feminista y el esencialismo étnico. Las mujeres indígenas y sus demandas
de género. Debate feminis-
ta, N˚24, pp. 206-229.
LEYVA, Xóchitl. (2005). Indigenismo, indianismo
y “ciudadanía étnica” de cara
a las redes neo-zapatistas. en Pueblos indígenas, Estado y democra-
cia, Vol.1. Buenos Aires:
CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales
MARTÍNEZ ESPINOZA,
Manuel Ignacio. (2012). La paradoja irresuelta. Apun- tes para el estudio de los derechos y la ciudadanía de los pueblos indígenas
en México. Colecciones 11., N˚ 12, pp, 235-263.
MARTÍNEZ CRUZ, Alicia. (2016). Tejiendo identidades
estratégicas: Asamblea de Mujeres Indígenas
de Oaxaca. Nómadas, Vol. N˚45, pp. 169-187
MARTÍNEZ, Elizabeth. (2015). La educación
intercultural y bilingüe
(EIB) en México. ¿El camino hacia la construcción de una ciudadanía democrática?
Relaciones. Estudios de historia y sociedad,
vol. XXXVI, no. 141, pp. 103-
131.
MARTÍNEZ ESPINOZA,
Manuel. (2015). Reconocimiento sin implementación.
Un balance sobre los derechos de los pueblos indígenas en América Latina.
Revista Mexicana de
Ciencias Políticas y Sociales, Vol. N˚224, pp. 251-
278.
PÉREZ, Lizeth.
(2018). Participación política de mujeres indígenas en tiempos de la Revolución Ciudadana. Alteridades, Vol.28 N˚55, pp. 61-72.
RAMÍREZ KURI,
Patricia. (2007). La ciudad, espacio de construcción de ciuda- danía. Revista
Enfoques: Ciencia Política y Administración
Pública., Vol.
5 N˚
7, pp. 85-107.
RAMÍREZ, Reyna.
(2007). Race, Tribal Nation, and Gender: A Native
Feminist
Approach to Belonging. Meridians, vol. 7, no. 2, pp. 22-40
RODRÍGUEZ, Luisa. (2019). Los límites de la ciudadanía: Marcos institucio- nales y ordenamientos espaciales para la población
indígena en la ciudad de Querétaro, México. Revista Antropología del Sur., Vol. 6 N˚11, pp. 155-
177.
ROMER, Marta. (2003). Mujeres indígenas
migrantes y sus experiencias urba- nas, Antropología, no. 70, pp. 65-74
ROMERO FLORES,
Javier Reynaldo. (2015). De la participación a la folklo- rización: a propósito
del continuum colonial en el siglo
XXI. Revista de Investigación Creadora., Vol. 1 N˚
1, pp-14-36.
SZASZ, Ivonne.
(1994). Migración y relaciones sociales de género: aportes
de
la perspectiva antropológica. Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 9, no.
1, pp.
129-150
WRIGHT, Claire y AGUIRRE,
Néstor (2018). La consulta previa como herra-
mienta de la multiculturalidad en
contextos migratorios: Evidencia desde Nuevo
León, México. Revista Chilena de Derecho y Ciencia
Política vol. 9, no. 2, pp. 178-201
YUVAL-DAVIS, Nira. (1996). Género y nación:
articulaciones del origen, la cultura y la ciudadanía. Revista ARENAL., Vol.3 N˚2, pp. 163-175.
Referencias electrónicas
CUMES, Aura. (23 de septiembre de 2019). “No
somos sujetos culturales, somos sujetos políticos”. Blog Tujaal.
XINICO BATZ, Sandra (27 de mayo de 2017). Folklorización (Parte 1). Periódi-
co electrónico La Hora.
Trabajos presentados en eventos científicos y/o conferencias
BURGALETA, Elena (Agosto,
2015). Mujeres indígenas y ciudadanía:
La natu- raleza como paradigma legitimador del sujeto subalterno Trabajo
presentado en el 2˚ Congreso
Latinoamericano y Caribeño de
Ciencias Sociales, Quito (Ecuador).